"Hola shubba
Se que me vas a matar con lo que te voy a decir y supongo que me lo merezco.
Te cuento:
Sabes que Isidora y yo llevamos hablando desde hace tiempo. Pues la cuestión es que esta semana hemos quedado con las hordas (es como le llama a nuestros niños) y todo eso. Y ha habido feeling (esto te lo llevo diciendo últimamente mucho) la cuestión es que creo que le puedo (y me puede) hacer mucho daño. Así que hay pánico por ambas partes.
Sólo te lo digo para mantenerte informada.
Joder parezco un niño de 15 años.
Eso te pasa por ponernos niños perdidos de nombre. Si nos hubieras puesto adultos despistaos seria otra cosa..
Un abrazo"
Y ahora vamos a ver la diferencia entre un hombre y una mujer... Este es mi mail, más extenso, copioso, lleno de dudas, detalles, enmarañado...
"Buenas noches, como ya te he comentado, he estado hablando con Ramiro... Bueno, hace dos días que hablamos durante todo el día. Desde que nos levantamos hasta el segundo antes de cerrar los ojos. Nos reimos mucho, porque tenemos un sentido del humor similar, y lo pasamos bien. El problema es que creo que he empezado a sentir algo, bueno es pronto... Pero tengo miedo y dudas. Y yo tenía intención de escribir este mail en el momento en el que él me plantea que le doy miedo porque habíamos hablado más de una hora por teléfono y cuando colgamos solo le apetecia volver a hablar conmigo... Y me pregunta si me pasaba lo mismo... Claro, y me pasa lo mismo. Y tengo un miedo atroz. Tengo miedo, porque tengo miedo a todo lo que pueda llegar a ser una relación. Tengo miedo a equivocarme, a que me vuelva a pasar lo mismo, y a no hacer una buena elección. Y tengo miedo porque no sé si me gusta él o lo que me da. Es decir que sea la necesidad la que hable, pero la necesidad no puede hablar, porque ya no existia, al menos no de forma continua y latente. Pero me gusta lo que me hace sentir, no solo en el plano de la conexión, que creo que existe, sino además en la atención. Me gusta como me trata, me gusta como lo pasamos juntos, y creo que me podría enamorar de él, si es que de alguna manera no lo este haciendo ya. Estos dos días me he sentido un poco como una niña de quince años, pendiente del teléfono y con una sonrisa en la boca. Intentando disimular. Y a la vez me siento como si hubiese vuelto a suspender la misma asignatura que llevo estudiando años. Tengo miedo, pero ese miedo que paraliza... Y bueno, mi planteamiento ante mis dudas y las suyas ha sido, vamos a conocernos. No sé, vamos a ver si conociendonos más se dicipan las dudas o toman forma... No sé. Luego por otro lado me siento un poco como si hubiese hecho algo malo, o te hubiese traicionado. Sé que es algo estúpido. Pero estoy repleta de dudas e igual solo busco cosas que me intente poner un poco de peso en los bolsillos para no volar demasiado.
Un abrazo, repleto de dudas."
Cuando estas con mi Coach, siempre terminas con un abrazo, pues es una de las muchas cosas que nos enseña, a abrazar. Ni que decir que nos dió el visto bueno. Pero lo que realmente me decidió, además de verlo como era con los niños, y como padre fue esta canción...